“En esta
Nochebuena nuestro árbol navideño estará vacío de regalos. Nada, ni siquiera
una flor o un caramelo envuelto con papel de regalo. Estará sólo el pesebre y
un Jesús vivo, apenas naciendo, con María, José y los animalitos.
En casa
siempre nos acostumbramos al árbol de Navidad repleto de regalos. Éramos siete:
papé, mamá y mis cuatro hermanos. Luego, con los sobrinos, los regalos se
multiplicaron. Éstos nunca fueron el centro de atracción, pero hacían al
encanto de la Navidad,
porque significaba donarse al otro en un desprendimiento material, para ver una
sonrisa en un rostro, donde primero brillaba el niño Jesús en medio.
Un 2012
extraño. En Argentina, por primera vez, un presidente fue reelecto por el 54%
de los votos por una situación económica más positiva y estable de la que hoy
vive Europa y Estados Unidos. Hoy, 24, nos levantamos a las 7. Desayunamos lo
poco que había y nos fuimos a comprar el almuerzo y la comida de toda la semana
a un Wall Mart atestado de mendocinos: a las 12.40 salimos con la misión
cumplida, luego de que yo y Graciela tomáramos un café, para evitarme una
hipoglucemia (cuando llegamos al departamento me medí el azúcar y estaba bien:
114).
Hace 20
días cumplimos 5 años de matrimonio. Ella es trabajadora social y docente. Tiene
dos trabajos y está agotadísima. Yo soy periodista y docente, también con dos
trabajos, aunque uno de ellos es temporal. Los dos fuimos a la universidad, nos
graduamos y luego hicimos posgrados. Fuimos buenos alumnos en la primaria,
secundaria (ella fue escolta del abanderado) y universidad (hicimos nuestras
respectivas carreras prácticamente en los años previstos para cada una de ellas).
Trabajamos a full más que nunca. Pensábamos que a esta altura de la vida el
haber estudiado nos iba a dar una buena situación económica, como te dicen
cuando vas a la escuela (eso de que “con título tenés futuro”). Pero la inflación y
los impuestos de Argentina nos liquida y apenas nos deja existir. Pero, por
alguna razón que sólo con Jesús en medio se entiende, todos los días
agradecemos a Dios porque estamos juntos y nos amamos.
Cuando hoy,
por la tarde, descansaba en mi cama, recuperándome de un dolor de cabeza, fruto
del agotamiento de las últimas semanas, se me vino la imagen de nuestro
arbolito de Navidad, por primera en mi
vida sin regalos. En ese momento sentí que Dios nos decía: “vos sos mi
regalo. Ustedes son mis regalos”.
¿No será un
facilismo cristiano, (esos mensajes de consuelo que los católicos solemos inventar
para sentirnos bien)?, me pregunté. Creo que sí…salvo que la verdadera
respuesta exija el esfuerzo más difícil para mi...(renunciar más al mundo,
rezar más, estar más conciente de que Jesús está en medio de todas las personas
que veo, vivir con su permanente compañía, darle más a los pobres y ofrecerle
todas las cosas que hago a lo largo del día. En síntesis: vivir con más Amor).
“Vos sos mi
regalo. Ustedes son mis regalos”, es lo que finalmente me dijo.
Y por eso
se los quería transmitir para esta Navidad, como regalo a ustedes, ya que esta
vez ese pesebre, que ya no aparece en la
TV como durante mi infancia en los setenta, fue quien nos
hizo el regalo.
Dios los
bendiga. Feliz Navidad, con Jesús en medio, y te invito a que compartas tu
experiencia en este blog”.
Mario
Simonovich
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